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Archive for abril 2017

Cascadas de Islandia

Sobre las cascadas (te resalto en rojo las más recomendables):

Glymur – en coche hasta el aparcamiento + excursión de unas 3 horas i/v. Es IM-PRE-SIO-NAN-TE
Hraunfossar y Barnafoss – en coche hasta las cascadas.
Öxarársfoss – en coche hasta el aparcamiento del P.N. + paseo corto.
Seljalandsfoss – en coche hasta la cascada.
Skogafoss – en coche hasta la cascada.
Gullfoss – en coche hasta la cascada.
Gjárfoss, Háifoss y Hjálparfoss – no lo sé porque al final no fuimos.
Gljúfurárfoss – en coche hasta la cascada de Seljalandsfoss + adentrarse en una cueva con riachuelo.
Foss a Sidu – no lo sé porque no la encontramos.
Svartifoss, Hundafoss y Thjófafoss – en coche hasta el aparcamiento del P.N. + excursión de unas 2 horas i/v.
Lítlanesfoss y Hengifoss – en coche hasta el aparcamiento + excursión de unas 2 horas i/v.
Dettifoss y Selfoss margen izquierda – en coche hasta la cascada.
Hafragilsfoss – en coche hasta Dettifoss + paseo corto.
Dettifoss y Selfoss margen derecha – en coche hasta la cascada por carretera MUY mala.
Hafragilsfoss margen derecha – no lo sé porque no nos dio tiempo a ir.
Réttarfoss – lo mismo que la anterior.
Godafoss – en coche hasta la cascada.


 

Os recomiendo 2 joyas escondidas:
1. Cascada Kvernufoss (está al lado e Skogafoss)

2. Glúfrafoss, cascada escondida ( A 100 m de Seljalanfoss)…

 


 

http://www.world-of-waterfalls.com/iceland.html

Iceland Waterfalls are perhaps the country’s most recognizable series of attractions. They’re everywhere! Its collection of waterfalls rivals any other country in sheer power and raw beauty. The falls range from powerful and wide river-type monsters like Dettifoss, Gullfoss, and Goðafoss to tall and narrow ones like Glymur, Háifoss, and Hengifoss. Moreover, the country sports classic waterfalls such as the rectangular Skógafoss, unique waterfalls such as the trapezoidal Dynjandi, and even waterfalls imitated by art such as Svartifoss.

And these are just the famous ones!

 


THE WATERFALLS LIST
If you already have a waterfall in mind that you’d like to see details about, browse the list below…

CAPITAL REGION AND SOUTH REGION
• 4.5 Gullfoss (comments)
• 4 Glymur (comments)
• 4.5 Skógafoss (comments)
• 3.5 Seljalandsfoss (comments)
• 3 Gljúfurárfoss (comments)
• 3.5 Waterfalls on the Skógá River (comments)
• 3 Faxi (comments)
• 2 Öxarárfoss (comments)
• 2 Ægissufoss (comments)
• 1.5 Arbæjarfoss (comments)
• 1 Sjávarfoss (comments)
• 2.5 Þórufoss (comments)
• 1.5 Tröllafoss (comments)
• 2.5 Gluggafoss (comments)
• 2 Kvernufoss (comments)
• 1.5 Foss á Siðu (comments)
• 1.5 Stjórnarfoss (comments)
• 0.5 Systrafoss (comments)
• 1.5 Southern Ring Road Waterfalls (comments)
• 4.5 Háifoss (comments)
• 3 Öfærufoss (comments)
• 3 Fagrifoss (comments)
• 2.5 Dynkur (comments)
• 3 Hjalparfoss (comments)
• 2.5 Þjófafoss (comments)
• 2 Waterfall by Hólaskjol (comments)
• 1.5 Gjáin Waterfalls (comments)
[Back to the Capital Region and South Region]

WEST REGION AND THE WESTFJORDS
• 4 Dynjandi (comments)
• 3 Hraunfossar (comments)
• 3 Djúpavíkurfoss (comments)
• 3 Bjarnafoss (comments)
• 1 Barnafoss (comments)
• 2 Glanni (comments)
• 2 Klukkufoss (comments)
• 1.5 Svöðufoss (comments)
• 2 Bæjarfoss (comments)
• 1.5 Kirkjufellsfoss (comments)
• 2 Grundarfoss (comments)
• 1.5 Waterfall in Tungudalur (comments)
• 2 Other Snæfellsnes Waterfalls (comments)
• 2.5 Other Westfjords Waterfalls (comments)
• 1.5 Waterfall at Foss (comments)
[Back to the West Region and the Westfjords]

NORTHWEST AND NORTHEAST REGIONS
• 4.5 Dettifoss (comments)
• 3.5 Goðafoss (comments)
• 4 Ketubjörg (comments)
• 1 Stekkjarfoss (comments)
• 2.5 Aldeyjarfoss (comments)
• 3 Selfoss (comments)
• 2.5 Hafragilsfoss (comments)
• 2.5 Urriðafoss, Katlar, and Réttarfoss (comments)
• 2.5 Hólmafossar (comments)
[Back to the Northwest and Northeast Regions]

EAST REGION
• 4 Hengifoss (comments)
• 3.5 Svartifoss (comments)
• 2 Draugafoss (comments)
• 2.5 Fardagafoss (comments)
• 2.5 Gufufoss (comments)
• 2.5 Rjukandi (comments)
• 0 Lagarfoss (comments)
• 1.5 Jónsfoss (comments)
• 2 Other Seyðisfjörður Waterfalls (comments)
• 1.5 Waterfall near Djúpivogur (comments)
[Back to the East Region]

READER SUBMISSIONS
• Ofaerufoss (South Region)
• Urridafoss (South Region)
• Svodufoss (West Region)
• Gullfoss (South Region)
• Skogafoss (South Region)
• Seljalandsfoss (South Region)
• Hengifoss and Litlanesfoss (East Region)
• Seljalandsfoss (South Region)
• Hengifoss (East Region)
• Gluggafoss (South Region)

http://www.world-of-waterfalls.com/iceland-litlanesfoss.html

 

 

 

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Fiordos del Oeste

Resumen Diario 5

Nuestra siguiente parada son los acantilados Látrabjarg, donde supuestamente pueden verse infinidad de puffins. El día no acompaña para nada y muy a nuestro pesar, no conseguimos ver a los ansiados pajarillos de cerca, tan solo vemos alguno volar. Eso si, los acantilados son una maravilla y con buen tiempo nos hubiera apetecido estarnos un buen rato más, la parada vale la pena!

Como nos esperan días de bastantes kilómetros, decidimos saltarnos la visita a la playa de Raudasandur, una bonita playa de arena rosada (o eso habíamos leído). Eso si, de camino a nuestra siguiente para pudimos ver la playa de Breidavik, de arena dorada y aguas turquesas. Realmente se veía preciosa y con buen tiempo seguro que habríamos parado a dar un paseo!

Nuestro siguiente objetivo era nuestro primer hot pot e iniciarnos en el tradicional baño geotermal islandés. Teníamos dos opciones: Pollurinn hot pot en Talknafjördur o la piscina de Reykjarfjardarlaug con su hot spring. Teníamos que decidir por una y finalmente nos decidimos por la segunda opción. No sabemos cómo será Pollurinn pero la verdad es que nos quedamos encantados con nuestra decisión: unos baños termales totalmente naturales, con vistas al fiordo y con absolutamente nadie a nuestro alrededor. Había una piscina que en ese momento se encontraba cerrada, así que nos bañamos en el hot spring que había detrás. Teníamos muchísimo frío y nos costó horrores sacarnos la ropa y ponernos el bañador pero una vez dentro era gloria bendita! El agua estaba a 45°C, demasiado caliente y todo….salimos con la piel literalmente chamuscada! jajaja

Nuestra siguiente y última parada era la cascada de Dynjandi, donde nos habían recomendado acampar. Nuestro pobre coche de blanco ya tenía poco Muy feliz

Esta cascada y la noche que pasamos bajo sus pies fue uno de los días más bonitos que recordamos. La cascada tiene una belleza única y mágica, y se encuentra justo delante de un fiordo espectacular. El camping es gratuito aunque tiene una caseta donde se pueden lavar los platos y hay lavabos bastante bien cuidados. Existe una caja donde se puede dejar una especie de voluntad para ayudar a mantener las instalaciones y realmente lo vale y esperamos que no cambie ni construyan nada turístico allí porque tal y como está ahora es único y muy especial. Dormir con la cascada de fondo y el fiordo delante es una experiencia que no se te olvida jamás!!!

Nos hubiéramos quedado mil días en Dynjandi, tan solo para disfrutar de la naturaleza y ese rincón tan sereno y precioso….pero para eso hubiéramos necesitado 1 mes más y no era el caso Muy feliz en principio este día era para sólo hacer kilómetros y para lo más al final posible de los fiordos porque al día siguiente nos tocaría lun panzón de kilómetros hasta Akureyri.

Conducir por los fiordos del oeste es sin duda una de las mejores cosas que hemos hecho en este viaje…

Así que sólo paramos en Ísafjördur, la capital de los fiordos del oeste. Es una ciudad preciosa, a los pies del fiordo, y el hecho de que no hubiera ni una sola nube en el cielo aún le daban un brillo más especial. Aquí aprovechamos para cargar agua y gasolina, conectarnos de nuevo con el mundo, enviar unas postales y probar por primera vez el delicioso Skyr (una especie de yogur cremoso que es una delicia y que por cierto creo que venden en muchos supermercados…al menos en Alemania existe en algunos, entre ellos el Lidl).
Los túneles que están construyendo tienen tela…sólo cabe un coche y para los que conducían en sentido contrario había zonas donde apartarse cada tantos metros, toda una obra de ingeniería! jajaja pero aquí tuvimos otro punto a favor para dar la vuelta a la isla en el sentido en el que lo hacíamos Muy feliz
La carretera que enlaza los fiordos del oeste con el norte de la isla ya está mucho mejor acondicionada. Queríamos para en el hot pot de Drangsnes pero aunque nos quedamos con las ganas, preferimos tirar hasta donde pudiéramos pensando en el día siguiente.

Así que nuestra ruta estaba planeada para dormir en Hólmavik pero finalmente paramos en Hvammstangi, cuando ya estábamos hartos de coche. La verdad es que fue todo un acierto…el camping fue de lo mejorcito en todo el viaje, con unas instalaciones muy buenas y hasta con wifi!!!

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Excursiones en Islandia

Glaciar

http://www.glacierguides.is/

Por ejemplo, 90 euros, excursión 3 horas sobre glaciar con crampones. Junto a centro de visitantes Skaftafell

Ballenas

En Husavik

 

Laguna Jokulsarlon

http://icelagoon.is/tours/ En Zodiac, unos 80 euros. De 9:30 a 17:40

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Reykjavic

Resumen de Diario 4

Así que decidimos dar una vuelta por Reykjavik y zamparnos un perrito caliente. Aparcamos detrás de la iglesia de Hallgrímskirkja (aparcamiento libre Muy feliz ), y nos ponemos a pasear por allí.
La iglesia es cuanto menos, curiosa, es una iglesia luterana, y delante suya está la estatua de Leif Erikson, un vikingo (hijo de Erik El Rojo) que llegó a América 500 años antes que Cristóbal Colón.

La ciudad es pequeña, tiene 2-3 calles principales que parten de esta iglesia hacia abajo, la verdad que me gustó bastante.

Íbamos a comer el perrito caliente en el famoso puesto de Bæjarins Beztu Pylsur, pero estaba tan, pero taaaan hasta arriba de gente, que decidimos conformarnos con uno de otro puesto, que estaba bien bueno.
Nos dirigimos hacia la zona del Harpa (un edificio donde hacen conciertos, conferencias..), y llegamos hasta una escultura al lado del mar que representa el esqueleto de un barco vikingo, «Sólfar»- El viajero solar-.


Qué ver en Reykjavik?

LA PERLA

Opening Times: Todos los días de 10.00 a 22.00 (el restaurante abre hasta las 23.00).
Admission Fees: Gratis.
Disabled Access:
Teléfono: 562 0200
Museo Sigurjon Olafsson
Opening Times: De martes a domigo de 14.00-17.00 (verano); sábados y domingos de 14.00-17.00 (invierno). Cierra en diciembre y enero.
Admission Fees: Gratis.
Disabled Access:
Dirección: Laugarnestangi 70, Reikiavick, Iceland
Teléfono: 553 2906
Página web:http://www.lso.is

Höfði House

Höfði House, built in 1909, is considered to be one of the most beautiful and historically significant buildings in the Reykjavík area.

It’s best known as the location for the 1986 summit meeting of presidents Ronald Reagan and Mikhail Gorbatsjov, a historical event that effectively marked the end of the Cold War.

Nauthólsvík beach

A little bit of paradise is to be found in the form of a golden-sanded geothermal beach at Nauthólsvík in Reykjavík.

Nauthólsvík was opened in 2001, to the delight of residents and tourists alike and now attracts an estimate of 530.000 guests each year. The creation of the geothermal beach was an ambitious, but a very successful project, involving the construction of a lagoon with large sea walls, where cold sea and hot geothermal water fuse together resulting in higher temperatures.

 

 

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El Círculo Dorado

La ruta del Círculo de oro o Círculo Dorado (Gullni hringurinn)

Con este nombre (Golden Circle) se agrupan tres de los sitios naturales más visitados y más conocidos de Islandia. Además de su importancia y belleza, la cercanía a la capital, Reykiavik hace que sean muy apreciados por los turistas. Se trata de la cascada de Gullfoss; del valle de Haukadalur, conocido por sus geiser; y del valle y la falla de Thingvellir. Situados a una distancia razonable (50 Km. el valle de Thingvellir), conforman una ruta turística clásica en Islandia.

Así la Cascada de Gullfoss mezcla el poder los glaciares y las grietas y falla de la corteza terrestre.

El valle de Thingvellir es la viva muestra de la deriva continental, la falla más impresionante, la de Almannagjá  y su cañón nos hacen sentirnos ente dos mundos. Thingvellir es un Parque nacional que mezcla naturaleza, geología e historia pues fue aquí donde se celebraron las asambleas políticas desde la ocupación de la isla y aquí de declaro la independencia en 1944.

Por último el valle de Haukadalur es un lugar espectacular donde visitar otra de las atracciones de Islandia, los geiser. Los más espectaculares y conocidos son el Strokkur y el Geysir.

Además de estos tres sitios principales, la ruta puede complementarse o alargarse con otros lugares de gran interés como la planta de energía geotérmica de Nesjavellir, la iglesia de Skáholt, el cráter del volcán de Kerid (Kerið) y el pequeño pueblo de Hveragerdi, donde también encontramos muestra de la geotermia, y huertos de hortalizas y tomates en invernaderos.

Resumen Diario 2

Círculo dorado
Ese día los dedicamos al círculo dorado. Parque Nacional de Þingvellir, Geysir, catarata Gullfoss.
Como el día anterior pudimos hacer unos km por la noche nos hemos despertado en Þingvellir que es donde dormimos, así que fuimos de los primeros en empezar a ver el círculos de oro que es la ruta más turística y cercana desde la capital por lo tanto con más número de gente.

Resumen Diario 3

Cascada Gullfoss.

Por fin salimos de la impresionante ruta F35 y, lo primero que nos encontramos es una de las cascadas más visitadas del país, no porque sea la más impresionante de todas, sino porque se encuentra en la ruta del sur más visitada: el conocido círculo dorado.

Se trata de una cascada creada por la ruptura de las placas que crean el paisaje islandés. Un inmenso bloque de roca roto y quebrado ha creado el salto de agua al desplazarse. La falla ha sido horadada y ampliada a través de las eras por el río Hvítá que significa río blanco. La cascada de Gullfoss se divide en dos partes, la segunda cascada es oblicua a la primera y lanza las aguas del río Hvítá hacía la zona por la que llegamos. Esto hace que las perdamos de vista y la sensación sea que se internan en la tierra, buscando tal vez a los exploradores imaginados por Julio Verne. El salto de agua es de 32 metros en un estrecho acantilado natural de unos 70 metros, lo que concentra el caudal y provoca un ruido ensordecedor. El cañón por el que el río discurre se extiende durante dos kilómetros y medio, aprovechando y ampliando a través de los milenios antiguas fisuras de lava. Hoy la profundidad de este cañón natural llega a ser de 70 metros en algunos lugares.

Desde que llegas al enorme parking con sus tiendas de regalos y ropa, cafetería y demás te das cuenta que esta zona es más turística. Además de muchos autobuses, se ven muchas familias por esta zona buscando la «comodidad» del sur de la isla. Toda el camino hasta la misma cascada esta vallado algo que hemos visto en pocos lugares, pero que quizá aquí con la afluencia de gente se hacía necesario.
El camino pasa primero por un mirador que te enfrenta desde algo más lejos toda la cascada. Perfecto para hacer una panorámica del lugar. Después el camino sigue hasta situarte en medio de los dos saltos de agua y donde realmente sientes la grandeza y la fuerza del agua.

Geysir.

El día estaba llegando a su fin. Pero antes de buscar el descanso en nuestro alojamiento de esa noche, teníamos una parada más. Un nuevo elemento de la naturaleza que nos ofrecía Islandia.
Tardamos poco más de diez minutos en llegar a la zona de Geysir, también englobado en el turístico círculo dorado. Geysir fue un enorme surtidor de más de 20 metros de diámetro. Los que lo pudieron contemplar, se posaban ante un agujero gigante del que emanaba una torre de agua que alcanzaba los 60 metros de altura. Hablo en pasado, porque actualmente Geysir no dispara sus chorros de agua hirviendo al cielo. Como no era muy activo, algunos desalmados decidieron tirar jabón y productos
químicos para acelerar la frecuencia de sus explosiones, lo que provocó el efecto contrario. Ahora sólo es una gran charca humeante de agua caliente.

No obstante, en la zona de Geysir todavía hay algunos geiseres activos. El más conocido es Strokkur, que eclosiona aproximadamente cada cinco minutos y puede alcanzar una altura de unos 20 metros. Y este era nuestro objetivo. No hizo falta buscarlo. Nada más entrar al recinto nos sorprendió a lo lejos una explosión de agua y un alboroto de gente rodeando el agujero cámara en mano. Nos unimos a la expectación de ver una nueva explosión de aquella poza de agua hirviente. Es curiosos ver cómo la olla se prepara acelerando su actividad, moviendo el agua de dentro hacia afuera hasta que llega a su máxima intensidad, se forma una pelota para finalmente estallar con gran violencia hacia el aire elevando el agua a más de 20 metros y empapando a los curiosos que no han sabido colocarse en el sitio oportuno.
Nos quedamos a ver 3 explosiones más, a un ritmo de una cada 5 minutos más o menos. Ninguna tan alta como la primera, y alguna con dos explosiones sucesivas de menor tamaño. La zona se completa con otras pozas de agua humeantes pero sin actividad, destacando a la entrada el gigante dormido, Geysir.

Parque Nacional Þingvellir.

El Valle de Thingvellir es la herida abierta por la que surgió de los océanos la isla de Islandia. Este Rif, es la parte elevada y visible de la dorsal Atlántica que separa las placas tectónicas de América y Eurasia. De sudoeste a nordeste esta línea marca la creación continua de corteza terrestre y el desplazamiento de las dos parte de Islandia que reposan en placas distintas. Numerosas fracturas y crestas paralelas nos recuerdan la inconmensurabilidad de la Tierra y su fuerza, frente a la cual el ser humano parece muy poca cosa. La llanura está rodeada por montes que llegan a los 1000 metros de altura y forman una especie de muralla que bordea la planicie rota por las fallas.

Dos grupos de fallas son las más espectaculares. En primer lugar Almannagjá, al oeste de la planicie. Con una longitud de 7,7 kilómetros y una profundidad en algunas zonas de 40 metros muestra claramente la separación entre las dos placas tectónicas. La segunda línea de fallas más importante es la de Hrafnagjá. Algo más larga (11 Km.) es un poco menos profunda (máximos de 30m)
Thingvellir reúne también una cultura y un significado muy especial para los islandeses que se remonta en el tiempo siglos atrás. Y es que este es el emplazamiento de lo que fue el primer parlamento islandés y donde se proclamó la republica de Islandia en 1944. Aquí se encontraban desde antaño los habitantes para celebrar sus reuniones, resolver disputas, impartir justicia y dictar nuevas leyes. En este espacio abierto y tan majestuoso se citaban pues todos los islandeses para decidir sus cuestiones cívicas o tribales. Puedes imaginarte a todos allí atendiendo, esparcidos por la zona de este anfiteatro natural cincelado por la naturaleza.

Partiendo del alojamiento, seguimos por la carretera 35 unos 15 km hasta encontrarnos con la 37 a la derecha que tomaremos otros tantos kilómetros, giro a la izquierda en la 365 otros 14 km y por último la 36 hasta el parque 12 km más. En total tardamos unos 45 minutos hasta el Parque donde aparcaremos el coche en uno de los muchos Parking que hay. En principio había que pagar algo así como 5 € en la máquina que hay en el parking, pero por más que lo intente con cada una de las tarjetas que tenía no salía ticket ninguno. Varias personas probaron y nada, por lo que tomamos la mejor decisión posible: no pagamos ninguno. Ahí dejamos a Jimmy sin ticket esperando no encontrar sorpresa a la vuelta.
Estábamos casi al principio de la gran falla Almannagja y muy cerca de la casada que forma el río Oxara cuando se precipita por ella. Nos dirigimos al inicio de la falla (o el final) donde había un mirador que daba la perspectiva de toda la grieta. Después volvimos hacia la cascada Oxararfoss.

El arroyo Öxará no es muy caudaloso pero alimenta la cascada que lleva su nombre. Esta cascada como la de Gullfoss, se produce gracias a una profunda sima donde el río se lanza creando una fumarola de vapor de agua. El río al precipitarse en la falla de Almannagjá, provoca este bello espectáculo. Después el río desemboca en el lago de Thingvallavatn, el más grande de Islandia (83 km2), que luego veríamos más de cerca. No es tan grande, ni impresiona como otras, pero el lugar donde está la hace única.
Seguimos recorriendo la falla dirección al lago Thingvallavatn. Poco a poco la pared va cogiendo altura y si no fuera por el intenso sol que brillaba, podía imaginar por aquel camino a Jon Nieve y su guardia de la noche vigilando el muro de los salvajes y los caminantes blancos.
El camino termina en un mirador cerca del gran parking del centro de visitantes del parque, donde se puede ver todo el parque: desde la gran falla a la izquierda al gran lago Thingvallavatn cuyas aguas se pierden en el horizonte.

Nos dirigimos hacia una de las orillas del lago para ver la grieta donde algunos se atreven a bucear en las frías aguas. Silfra, que es como se llama esta grieta, permite bucear entre dos continentes, e incluso tocar Asia con una mano y América con la otra a la vez. La experiencia debe ser única. El precio de la experiencia, prohibitivo. 36000 isk que al cambio sale por más de 275 €, por 40 minutos de inmersión.
Continuamos nuestra vuelta al parking pasando por la iglesia blanca de Thingvellir que, construida en el mismo emplazamiento que la original, una de las primeras del país, data de 1859. Esta iglesia construida en madera blanca cuenta con un pequeño cementerio donde descansan los héroes de la independencia. Pertenece a la iglesia luterana, predominante en Islandia. Estaba cerrada aunque se veía el interior por los ventanales de los laterales.

Llegamos a recoger a Jimmy con la duda de si eran capaces de multar por no poner el ticket del parking. Pero no parece que hayan llegado a esos niveles. De hecho, era el primer año que regulaban el parking y por lo visto no lo tenían muy bien instaurado. Recogimos a Jimmy y nos pusimos en marcha hacia una nueva atracción que la naturaleza nos ofrecía. Las cuevas o túneles de lava nos esperaban.

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El Sur de Islandia

Resumen de diario 1

Jokulsarlon

De Hofn a Jokulsarlon a las espectaculares vistas de la costa, se le unía que el glaciar se escapa por entre las montañas y te vas encontrando diferentes lenguas del glaciar, tener en cuenta que el área del glaciar Vatnajokull es de 8000 kilómetros cuadrados (como la provincia de Madrid).

Cuando entramos en el camping de Jokulsarlon vimos muchísimos coches aparcados y gente por todas partes, luego nos enteramos que era el lugar mas visitado de Islandia, después de los días de soledad que habíamos pasado perdidos por el norte nos impactó mucho vernos en medio del gentío.

Necesitábamos ir al baño así que lo primero que hicimos fue ir a la cafetería y mientras esperaba a mi chico se me acercó un hombre para venderme una excursión, cuando vio que le traducía al español, me dijo que esperara un momento y vino un chico español, nos dijo que era la última excursión del día para ver la cueva de hielo y que como iban bien de tiempo visitaríamos dos más que hay al lado.
Era un montón de dinero, 260€ por persona, pero nos apetecía ir y llevábamos tan bien ajustado el presupuesto hasta ese momento que decidimos darnos el lujo, sobre todo cuando vimos el medio de transporte hasta las cuevas de hielo

El camino hasta llegar a las cuevas por encima del glaciar con semejante cochazo ya fue una pasada, además nos fueron dando una charla muy interesante acerca del glaciar.

Las cuevas glaciares no son permanentes debido a que el glaciar está siempre en movimiento, la mayoría comienzan a formarse con el agua caliente que fluye por debajo del glaciar debido al calor geotérmico, tuvimos suerte de llegar al final del invierno y de que ese año no hubiera llovido apenas porque nunca se había podido llegar tan al fondo de la Cristal Ice cave como en ese momento.

Entre ir, volver y visitar las cuevas se nos fueron 3 horas y volvimos al parking de Jokulsarlon que ya había oscurecido y la marea humana se había ido, quedamos 3 o 4 furgos sólo a pasar la noche. Nos hicimos la cena sin quitar ojo al cielo porque, a pesar de que había nubes, ya se podía ver algún color extraño. La predicción para esa noche de ver auroras boreales era muy alta, y la hora punta las tres de la madrugada así que nos pusimos el despertador para esa hora.
Cuando sonó abrí la puerta medio dormida y al asomarme no me pude creer lo que veía, llamé a mi novio y salió como una flecha, supongo que mi cara se lo decía todo, nos quedamos boquiabiertos.
Las nubes habían desparecido y el cielo latía, nos envolvía un manto verde formando extrañas formas donde miraras, recorrimos todo el área del lago, sin dejar de flipar. ¡Que locura!
Estuvimos casi 2 horas dando vueltas mirando al cielo, ahora si, había visto una aurora boreal en todo su esplendor, fue sin duda el espectáculo de la naturaleza mas bello que jamás había visto y para colmo nos pilló en Jokulsarlón que ambos coincidimos en que es el lugar que más nos gustó de Islandia.

Llegamos a Hofn donde teníamos pensado parar a probar los langostinos, yo quería ir al restaurante Pakkhus, pero sólo abría para las cenas, así que fuimos al Kaffihornid.
Comimos muy bien, tomamos 2 ensaladas del buffet, todo estaba bueno y era de gran calidad, sólo con las ensaladas hubiéramos comido, pero ya habíamos pedido los segundos. Yo un sandwich de langostinos, lo pedí sólo porque nunca lo había visto y estaba delicioso, era como un enorme sandwich vegetal con un montón de langostinos (pelados), mi chico optó por algo más clásico y los pidió a la plancha, estuvo todo muy rico. Eso, más tres cervezas y 2 cafés sumó 120€. Fue el único restaurante que pisamos durante las vacaciones, es una lástima que sea todo tan caro (o yo tan pobre, según se mire) porque la comida escandinava es deliciosa.

Resumen Diario 2

Día 22/06 – Costa sur
Cascada de Seljalandsfoss, Cascada de Skogafos, Museo de Skogar, avión americano caído, Acantilados de Dyrholaey y Vík. Noche en Vík
Seljalandfoss es una cascada que te permite pasar por detrás y verla en todo su esplendor

Después llegamos a skogafos donde hay un camping en la misma campa de la catarata, íbamos a dormir allí pero como todavía eran las 19 de la tarde decidimos seguir más camino, aunque ya había gente preparada para dormir a nosotros como españoles esa hora como que no nos va unido a que sigue habiendo luz de sobra y que estamos deseosos de seguir disfrutando de más maravillas

Pusimos rumbo a intentar encontrar el avión caído en el 73 del ejército americano que quedo en mitad de una playa de arena a volcánica, pese a que no se podía entrar con vehículo que no fuera 4×4 vimos que se podía rodar y lo intentamos con nuestra camper jugándonosla ya que está prohibido, en cuanto vimos que eso se ponía peor lógicamente decidimos desistir y nos fuimos de vuelta pero tenía claro que quería verlo así que en cuanto entro un todoterreno por el camino le pare ante el asombro de mi mujer y resulto ser una familia de americanos con su hijo muy majos que nos acercó, finalmente lo conseguimos

Después de esto pusimos rumbo a los Acantilados de Dyrholaey pero al ser ya tarde estaba cerrada la entrada ante nuestro asombro y nos fuimos a dormir a Vík era ya cerca de las 11 o 12 de la noche y nos fuimos a intentar dormir porque sigue habiendo luz

Día 23/06 – Glaciar Vatnajökull
Arenales de Mýrdalssandur, campos de lava de Eldhraun, Parque Nacional de Skaftafell, cascada Svartifoss, laguna glacial Jökulsárlón y glaciar Vatnajökull. Noche en Höfn
Nos despertamos y nos fuimos a ver los acantilados que no pudimos ver la noche anterior de dyrholaey

Arenales de Mýrdalssandur, campos de lava de Eldhraun

Y nos dirigimos al Parque Nacional de Skaftafell, cascada Svartifoss

Depuse pasamos por la laguna glacial Jökulsárlón y glaciar Vatnajökull
Pasamos antes por una laguna anterior a llegar a jokulsarlon pero no merece la pena la pérdida de tiempo, os la podéis saltar e ir directamente a jolulsarlon a darse un paseo en lancha o barco anfibio, yo quería ir en zodiac pero como nos entretuvimos en la laguna anterior llegamos tarde para el último tour en zodiac por los pelos así que nos montamos en el anfibio.
Si estáis esperando que fueran 20 euros persona el paseo de 30-40 minutos estáis equivocados, estamos en Islandia y aquí se paga todo bien pagado, si no recuerdo mal 50 euros persona tienen la culpa, siempre que voy de viaje no me privo de hacer actividades o excursiones sin importarme el dinero pero creo que es una actividad prescindible no repetiría, no ves mucho más que desde la costa.

Diario 2 en zona Reykjanes (Blue Lagoon)

Península de Reykjanes, Blue Lagoon y Reykjavík
Península de Reykjanes, Blue Lagoon, Krýsuvík, Grindavík y Seltún. Noche cerca del aeropuerto

Resumen Diario 3

después ir a visitar la playa de arena negra Reynisfjara y sus acantilados.

Playa arena negra Reynisfjara, cuevas de lava, bloques de basalto / Acantilado y faro Dyrholaey

Para llegar a la playa seguimos la carretera 1 hasta la salida de la 215. Tardamos unos 45 minutos desde el alojamiento en Holt.

En esta playa de arena negra no te derretirás al sol ni te darás un refrescante chapuzón, pero disfrutaras de un entorno único, ya que estarás rodeado de impresionantes columnas basálticas, grutas, cuevas y lavadas de roca.

Según la leyenda, los dos menhires que emergen del mar son en realidad dos troles que quedaron petrificados al no volver a esconderse antes de la salida del sol. Sin embargo, todas las formaciones rocosas que podemos ver en la playa son el resultado de un proceso de erupciones volcánicas que tuvieron lugar en la última glaciación.

Pero sin duda, entre tanta belleza, destaca una formación basáltica en forma de columnas hexagonales que llegan a alcanzar los 66 metros y que flanqueada a su izquierda por una cueva de lava (Hálsanefshellir) y a su derecha por esos troles petrificados cerca de la orilla hacen una estampa de cuento.

Estuvimos un buen rato paseando por la arena negra de lava disfrutando del embravecido Océano Atlántico antes de dirigirnos a los acantilados de Dyrholaey que se divisaban a la derecha de nosotros. Volvemos a la carretera N1 a coger el desvío de la 218. Son unos 15 minutos. Desde aquí arriba la vista de la playa y las formaciones de lava petrificadas en el mar es sorprendente y más aún con el romper del mar en ellas. Espectacular.

Piscina Seljavallalaug.

Una de las maravillas que ofrece este país está en su fuerza geotérmica que inunda cientos de rincones de pozas naturales y otras construidas aprovechando el agua que mana caliente del subsuelo. Teníamos claro que íbamos a visitar algunas a ser posibles de las gratuitas. Era el caso de esta piscina que nos quedaba muy cerca de nuestro alojamiento.

Esta piscina es la más antigua conservada en la actualidad. Está enclavada bajo el volcán innombrable, muy poco turística y gratuita. Hoy en día en desuso, sigue siendo visitada por nostálgicos y turistas como nosotros. Cuenta con los antiguos vestuarios de la instalación. Hay que tener en cuenta que está abandonada por lo que no podemos esperar ninguna comodidad.

Llegamos tras un paseo de unos diez minutos en dirección a la montaña y a la niebla que tapaba parte de ella y bajaba fantasmagórica por su ladera. Cruzamos por las piedras un pequeño arroyo, pero sin ninguna dificultad. No ves la piscina hasta que no te das con ella. Encontramos unas 3 parejas en el agua. Nos cambiamos en los vestuarios y dejamos allí las cosas y fuimos directos al agua. La temperatura sería de unos 10 grados en el exterior y amenazaba lluvia como todo el día. La primera impresión no fue: ¡¡que calentita!! Pensé que estaría más caliente la verdad. Sin embargo según te acercabas a los chorros por donde caía el agua la temperatura subía considerablemente. El agua aunque está limpia levanta el musgo de las rocas haciéndolo flotar por todas partes, y si eres un poco asquerosito tu baño será corto. Ese fue nuestro caso, además de que eran las 21 de la noche y había que pensar en volver después de un día largo e intenso. Pero aunque corto la sensación de bañarte a las faldas de un glaciar/volcán es única. Salimos con el bañador lleno de ese musgo que flotaba en el agua, nos cambiamos

Seljalandsfoss

Seljalandsfoss es una cascada turística. Desde la N1 aparece a tu izquierda detrás de un parking donde llegan los autobuses desde diferentes rutas del sur del país y numerosos turistas desfilando para tomar la mejor foto. En el mismo parking hay baños, gratuitos, tienda de suvenires y un pequeño puesto de perritos, cafés, zumos y demás.

Nos costó un poco aparcar a Jimmy. Nos bajamos acercándonos a nuestra primera cascada del viaje. Serían muchas y seguro que superarían a esta, pero no por ello era menos impresionante. Son 60 metros de caída a una poza con la particularidad de que puedes pasar por detrás de ella, meterte dentro de la cascada, empaparte hasta las trancas. Y allá que fuimos, siguiendo el pequeño reguero de gente con sus cámaras en mano a dar la vuelta al ruedo, quedándonos detrás de ella un rato disfrutando de la cortina de agua que caía ante nosotros.

A la izquierda de la cascada hay un letrero que marca la dirección de la cascada Gljufrafoss. Seguimos el sendero unos diez minutos y nos encontramos con una pequeña grieta por la que entrar de piedra en piedra salvando el río, a una cueva donde caía de forma espectacular una cascada sobre una pequeña poza. Era impresionante estar allí dentro y mirar hacia arriba. Sin duda una de las caídas de agua que más nos impactó. Además de no tener mucho público, el sonido dentro de la cueva del agua al caer te dejaba hipnotizado.

Skogafoss

Todo empieza en una fotogénica cascada. Enorme cortina de agua de 30 metros de ancha que cae con fuerza desde más de 60 metros y que te hace sentir muy pequeño. En el margen derecho de la cascada, unos escalones te llevan a lo alto de la base de la caída de agua. Después de esta dura subida comienza el espectáculo.

La primera parte discurre paralelo al río Skogar encajado en un precioso cañón. Los primeros 2 o 3 kilómetros el marcado sendero de estacas azules es seguido por numerosos turistas buscando la mejor foto en la mejor caída de agua. Siempre en constante subida el río nos regala continuas cascadas a cuál más impresionante. Había leído que hay más de 30 en el recorrido, pero nunca pensé que fueran de ese tamaño y con tal fuerza. Nosotros perdimos la cuenta. Cada una que aparecía ante nosotros
era una parada para admirar y fotografiar.

Cañón Fjadrargljufur.

Está a medio camino entre Skógafoss y Skaftafell por la ring road, justo antes de llegar a la pequeña población de Kirkjubbaejarklaustur. Cerca se encuentra la cascada de Fagrifoss.

La carretera que lleva hasta el parking es de tierra y bacheada. Esta comienza con una subida que rápidamente se dividirá en dos. En este caso giramos a la izquierda a pesar que la carretera de tierra principal va hacia la derecha. Desde el alojamiento tardamos hora y media en 115 km de recorrido.
Desde que dejas el coche un camino de madera te lleva por el margen derecho del cañón por donde corre un río otrora glaciar, culpable de la erosión que formó el cañón, y que según baja forma diferentes cascadas destacando al final la cascada Fagrifoss. El inconfundible verde de las paredes del cañón brillaba con los destellos del sol que nos acompañaba. Es un camino corto en ligera pendiente que se hace en poco tiempo. Sin ser tan espectacular como el cañón del río Skoga y sus caídas de agua, merece la pena parar y estirar las piernas.

Parque Nacional Skaftafell. Cascada Svartifoss y mirados Sjonamipa.

No muy lejos de allí estaban las formaciones basálticas Dverghamrar, pero aunque estuvimos atentos (Sara atenta a su sueño claro) las debimos pasar de largo y nos las perdimos. Todo no puede ser.
En 40 minutos llegamos al parking del Parque Nacional tomando el desvío de la 998. Al llegar te das cuenta que es un sitio importante, turístico. Varios parking flanquean el punto de información y atención al visitante con grandes baños, cafetería y todo tipo de servicios. Nos cuesta un poco aparcar. Esta hasta arriba. Un gran camping se encuentra a la entrada del parque.

La parte de las grandes rutas y aventuras estaba cubierta, por lo que decidimos visitar solo la cascada Svartifoss y el mirador que ofrece vistas a una gigantesca lengua de la masa de hielo glaciar más grande de Europa, Vatnajokull, el mirador Sjonamipa. Nos acercamos a uno de los grandes carteles que ofrecía información sobre las rutas que se podían hacer para comprobar cuál era la nuestra. Había numerosas rutas. Muchas de ellas largas rutas que se adentraban en el parque y donde seguramente se sentiría esa gran experiencia de sentirte solo en el mundo. En un mundo diferente hasta ahora conocido por mis ojos. Pero esa experiencia ya estaba archivada. Ahora tocaba turistear un poco.

Comenzamos a subir por el sendero marcado que nos llevaría hasta la cascada Svartifoss acompañados de otros turistas pero sin ser agobiante, sensación que nunca tuvimos en ningún sitio del viaje. La subida se hace dura. Son unos 4 km de pendiente con vegetación en los laterales del sendero y bordeando un nuevo cañón por donde discurre un río que va formando cascadas. Nunca me cansare de estas vistas.
La recompensa llega al final del camino. Una cascada cae desde 50 metros entre preciosas formaciones de basalto hexagonales de color negro. Estas formaciones que ya habíamos visto y veríamos más adelante son formaciones de origen volcánico producidas por la cristalización dentro de un flujo de lava al enfriarse de forma extremadamente lenta. Parece una obra esculpida por la mano de un artista. Curiosamente sirvió como modelo para construir la preciosa iglesia Hallgrimskirkja en Reikiavik. Aprovechamos para sacar nuestro lomo ibérico y ante este espectáculo nos preparamos y comimos un buen bocata sentados en sendas rocas frente a la caída de agua.

Tras comer seguimos el camino que ascendía ya más levemente hacia el mirador Sjonamipa. Ya sin tanta vegetación en el camino llegamos a un balcón que se asoma a una lengua de un trozo de la gran masa de hielo Vatnajokull. Su nombre Skaftafellsjokull. Una larga recta de hielo baja desde lo alto de la masa hasta cerca del punto de información donde se convierte en río que llega hasta el océano en poco más de 5 km, ennegrecida en parte por los sedimentos que arrastra, pero sobre todo por la ceniza que se depositó después de las numerosas erupciones recientes de los volcanes vecinos, El día estaba soleado, pero solo la mirada a esta lengua del casquete glaciar nos hizo abrigarnos más.

Nos quedamos un rato embobados y haciendo fotos hasta que nos pusimos a bajar por un sendero estrecho que bajaba directo bordeando la lengua hasta el parking. La bajada se le hizo dura a Sara que arrastraba molestia en la rodilla después de los dos días de pateada por las tierras altas. Las secuelas del esfuerzo. Suerte que solo fue eso.

Habíamos tardado unas 3 horas y media desde que comenzamos para cubrir 8 km de los muchos que tiene este precioso parque nacional de Skaftafell.

El recorrido que haremos nosotros es uno de los más populares, pues permite hacer dos de las visitas estrella del parque: la catarata Svartifoss y el glaciar Vatnajökul, mediante su lengua glaciar llamada skaftafellsjökull. En el centro de visitantes nos confirman nuestras noticias: el sendero es fácil y se recorre en aproximadamente dos horas y media.

Cuando ya tenemos suficiente de la Svartifoss es hora de dar marcha atrás, pero en lugar de volver por el mismo camino, hacia el centro de visitantes. Tomamos un desvío que nos llevará hasta el Sjonamipa, que es el nombre que recibe el mirador sobre el skaftafellsjökull.

Son unos tres cuartos de hora de subida continuada, por senderos algo más estrechos, pero cómodas y nada peligrosos. Una subida apta para cualquiera que tenga un mínimo de forma física. La subida no se hace pasada y a medida que vamos ganando altura el paisaje cambia y empiezan a aparecer las primeras montañas nevadas.

Los últimos doscientos metros son de bajada. Sin darnos cuenta hemos subido el ritmo, conocedores de que muy cerca se encuentra el glaciar y tenemos muchas ganas de visualizarlo. El premio es enorme, la lengua skaftafellsjökull nos muestra uno de los tentáculos del Vatnajökul, el glaciar más grande de toda Islandia. Cabe decir, sin embargo, que a diferencia de los glaciares que conocimos en Chile (como el Balmaceda) o los de Argentina (como el Perito Moreno), a ratos, el Vatnajökul tiene una superficie oscura, producto en parte del arrastre de sedimentos en general, pero muy particularmente, de la ceniza de algunas erupciones volcánicas producidas en la zona en los últimos años.


Lagunas glaciares Fjallsarlon y Jokulsarlon.

Nos separaban 49 km hasta la primera de las lagunas glaciares, la laguna Fjallsarlon. Siempre con el monstruo Vatnajokull a nuestra izquierda soltando sus tentáculos hacia la carretera y con el océano Atlántico a nuestra derecha llegamos por la N1 en 40 minutos a nuestra primera parada.

Llegamos a un parking donde apenas había 5 coches y la mayoría eran de trabajadores que estaban construyendo lo que dentro de poco tiempo será un punto de información. Un camino llevaba directos a la mole de hielo. Sobresaliendo una montaña por encima del resto: el volcán Oraefajokull enterrado en hielo. Efectivamente se respiraba tranquilidad y mucho frío. Apenas cuatro personas se encontraban a la orilla de la laguna, punto donde una de las lenguas del glaciar viene a finalizar desprendiendo trozos de hielo de diferentes tamaños y de tonos azulados. Una nueva visión para guardar en mi retina que hasta ahora solo había visto en fotos. No estuvimos demasiado tiempo, sabedores que esta era la hermana pequeña y que unos kilómetros más adelante nos esperaba su hermana mayor.

Pocos minutos después llegamos a un puente en la carretera por donde pasa el río que unos metros más allá desemboca en el océano. A la izquierda una gran laguna de 18 km cuadrados llena de icebergs de tonos azulados es contemplada por menos de un centenar de personas desde varios puntos. Y como si con ellas no fuera la película numerosas focas juegan o descansan en los bloques de hielo que navegan a la deriva hasta llegar al mar. La laguna Jokulsarlon está formada por el deshielo de la lengua Breidamerkurjokull, que a diferencia de la anterior va a desembocar al mar. Me quedo sin adjetivos, pero es que a cada paso que damos en este país la boca se nos queda abierta.

Bajamos a una orilla de la laguna a ver más de cerca a las focas. Estuvimos grabando las un rato jugando cuando de pronto un estruendo nos llevó la mirada a un gran bloque de hielo. Se había desprendido un pedazo de un gran iceberg. Nuevamente estábamos metidos en un documental de la tele, uno de esos donde ves cosas increíbles que piensas que nunca verás.

Antes de irnos de allí fuimos a la playa que había al otro lado de la carretera donde las olas paseaban los pedazos de hielo que llegaban desde la laguna.

 

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El Este de Islandia

Resumen diario 1

Seguimos hacia Seydisfjordur que fue el pueblo elegido casi a la fuerza para ver los fiordos del este porque era prácticamente el único accesible.
La ruta hasta allí es muy bonita y el pueblo es encantador, todo lleno de casitas de madera pintadas. En su mayoría son comercios, pero como era temporada baja todos estaban cerrados.

Llegamos a Hengifoss. El inicio del Hengifoss track es muy empinado, pero han puesto unas escaleras, claro que estaban llenas de hielo, así que había que ir con cuidado. Luego le sigue una ligera cuesta hasta que llegas a la puerta.

Antes de llegar a Hengifoss hay una pequeña catarata, Litlanesfoss.

Como el Klausturkaffi estaba cerrado, había consultado la web www.skriduklaustur.is, nos fuimos a hacer las carreteras panorámicas de los fiordos del éste, (al menos las que pudimos).

Empezamos yendo a Eskifjordur, la carretera es alucinante desde Fjarðabyggð hasta allí, aparcamos junto al puerto y al salir… ¡Una peste a pescado seco! A mi me encanta el pescado, pero ese olor era demasiado.

Nos dirigirnos hacia la carretera 96 para después tomar 955 y así recorrer todo el fiordo de Reyðarfjörður y seguidamente el de Fáskrúðsfjörður, previamente había consultado el estado de las carreteras, «azul», dije, «esta resbaladizo, como siempre», pero no era azul resbaladizo, era azul oscuro, que significaba extremadamente resbaladizo, así que una vez que dejamos la 96 la carretera se convirtió en una pesadilla.
Era muy estrecha y no es que tuviera hielo, era una pista de hielo, a un lado estaba la montaña y al otro el acantilado y la furgoneta patinaba continuamente, yo miraba ese mar revuelto horrorizada cada vez que nos acercábamos más de la cuenta al precipicio, avanzábamos a la mínima velocidad posible no sabiendo cómo salir de ahí, no podíamos dar la vuelta en ninguna parte y continuar era una locura. Al final la carretera se ensanchó un poco, y no sé como mi novio se las arregló para dar la vuelta, yo tenía ganas hasta de llorar, despacito conseguimos salir de allí y volvimos a la 96. Nunca en mi vida he pasado tanto miedo en la carretera.

La 96 en vez de ir por la costa ataja cruzando la montaña por un túnel de casi 6km., normalmente me resultan angustiosos los lugares cerrados, y estar debajo de una montaña durante 6 kilómetros no me atraía demasiado, pero después de lo que acabábamos de pasar me sentía a salvo en el túnel.

Después continuamos hasta llegar a la N1 y siempre por la costa llegamos hasta Eggin í Gleðivík, que es un monumento a las aves locales.

lo primero fue ir a buscar otra vez la poza de Djúpavogskörin, aparcamos en el mismo sitio que el día anterior y tal como nos había indicado el chico del camping, andamos en línea recta hacia el mar unos metros, y estaba ahí mismo, solo que escondida tras unas rocas.

Como podéis ver, no es una poza sino que han construido una piscina aprovechando el agua caliente de la zona. Estaba super calentita y era la primera vez que nos bañamos a plena luz del día, así que lo disfrutamos un montón.
Para mi fue el mejor baño de todos, también hay que tener en cuenta que no hacía tanto frío como otros días.

Resumen Diario 2

Fiordos del este
Djúpivogur, Cascadas de Hengifos, Cascada de Fardagafoss, Skjodolfsstadir y Seyðisfjörður. Noche en Egilsstaðir.
Empezamos por Djúpivogur

Y empezamos a meternos por todos los fiordos del este que pudimos

Y finalmente hicimos noche en Egilsstaðir

Atención: FARDAGAFOSS se tarda una hora en subir.

Resumen de Diario 3

Djúpivogur y sus acantilados.

La primera parada la hicimos poco antes de llegar Djupivogur. La carretera nos llevaba bordeando los preciosos acantilados del océano Atlántico donde cientos de aves descansaban en su orilla. Esta zona la teníamos marcada para avistar Frailecillos, esos graciosos pájaros de la familia del pingüino y que son santo y seña del país. Vimos muchos tipos de ave pero en esta zona no tuvimos suerte de ver al famoso Frailecillo. Quizá más adelante en el pueblo y su bahía…..Paramos en un mirador de la carretera y después de hacer unas fotos y ver a las aves seguimos adelante.

Llegamos al pequeño pueblo pesquero de Djupivogur. Nos acercamos a su puerto, dimos una vuelta por los alrededores y no encontramos ni rastro del pajarraco. Es posible que hubiese que ir a algún punto concreto. En fin, nos conformamos con verlo en todas las tiendas de suvenires en todas sus modalidades, desde imanes hasta gorros con pico incluido.

Lo que sí vimos fue una escultura o exposición de huevos gigantes de piedra al final del puerto que no sé muy bien que quería decir.

Comida en Klausturkaffi y Cascada Hengifoss.

Eran las 14 de la tarde cuando nos acercábamos a Hengifoss, así es que preferimos ir a llenar el buche primero. Klausturkaffi es un restaurante situado en un antiguo convento-museo con tejados de hierba y un bonito jardín exterior donde el famoso escritor Gunnar Gunnarsson, estableció su residencia durante años. Habíamos oído hablar muy bien de su comida casera y de su ajustado precio para lo que se ve en Islandia. Ofrece dos menús: uno de comida por 2990 isk y otro de meriendas con tartas por 1990 isk.
Entramos a la bonita casa y lo primero que vimos fueron los carteles que nos confirmaron los menús. Nos atendió una simpática chica que nos explicó cómo funcionaba el buffet. Una mesa al final del salón llena de comida nos esperaba para llenar los platos tantas veces como quisiéramos. De bebida incluía agua fresquita, el mejor tesoro islandés, además de cafés e infusiones.

El menú consistía en tres ensaladas diferentes, otras tantas guarniciones a base de patatas cocinadas de diferente forma y tres platos principales: un pastel de carne, un guiso de cordero y otro de bacalao. Además había una sopa, diferentes panes, quesos y embutidos y diferentes salsas. De postre divisé una tarta de chocolate que no se iba a ir viva.

Claramente esta gente pierde dinero con gente como nosotros. Llenamos los platos a reventar 3 veces probando todo lo que había y acabamos con café y tarta claro. Salimos rodando de allí. Todo estaba buenísimo. Una pena no haber encontrado más sitios así durante el viaje.
Cascada Hengifoss.

El aparcamiento de Hengifoss se encontraba a escasos 5 minutos del restaurante. Cuando nos bajamos del coche y vimos la cuesta que teníamos delante para empezar la ruta, la tarta de chocolate empezó a quejarse. Pero ya que estábamos había que hacer un esfuerzo y ver la cascada.

Como todo camino que llega a una cascada íbamos bordeando el cañón que formaba el río, en este caso el río Hengifossa. Esta vez ni lo espectacular del paisaje, ni las bonitas caídas de agua que salpicaban el camino nos conseguían mover rápido. Estábamos un poco reventados, cansados y con la panza esperando una siesta. Nos animamos un poco cuando vimos una cascada pensando que ya habíamos llegado, pero se trataba de Litlanesfoss, su hermana pequeña. Más de una hora después de dura ascensión llegamos a ver a Hengifoss, la tercera cascada más alta de Islandia con sus 118 metros, encajada, como ya habíamos visto con la cascada Svartifoss, entre formaciones basálticas que le daban un toque especial. Sin embargo, la sensación al verla no fue como en otras ocasiones. El cansancio que
traíamos nos hizo casi cogerla tirria. Además se veía desde más de 100 metros ya que para llegar a los pies de la caída de agua había que ir saltando por las rocas del río. Y claro como estábamos destrozados pues….allá que fuimos. No aprendemos. Un par de empujones de unos guiris, súper ilusionados porque venían de allí, bastaron para animarnos a saltar como cabras por las rocas salvando el río para acercarnos a la cascada. Acompañados de otra pareja de españoles nos fuimos acercando despacio hacia ella, hasta que decidimos dar por terminada la aventura sin llegar al final. Media vuelta y al coche que ya habíamos perdido más tiempo del deseado aquí.

Klifbrekkufossar.

Desde el alojamiento pasando por Eglisstadir tomamos la carretera 92 primero y la 953 después que en menos de media hora nos llevaría dirección al fiordo Mjóifjörður pasando por la sucesión de cascadas de Klifbrekkufossar en un precioso paisaje. Esa era la teoría. Sin embargo en las tierras de Mordor siempre hay que tener en cuenta al monstruo de tres cabezas. Según cogimos la 953 para acercarnos al fiordo, una espesa niebla nos engulló. Fue una pena. El paisaje por el que íbamos era precioso. Decenas de pequeñas cascadas caían por los laterales de las montañas que nos rodeaban, salteadas de nieve en sus cumbres. Pero tuvimos que dar la vuelta. No veíamos a 3 metros y en esas condiciones no íbamos a disfrutar de nada.

Seyðisfjörður y Bjolfur

Volvimos nuestros pasos hasta Eglisstadir y desde allí tomamos la carretera 93 dirección el pueblo Seydisfjordur y su fiordo. Unos 5 km antes de llegar salía una pista de tierra dirección el pico Bjolfur que ofrece unas vistas impresionantes sobre el pueblo y el fiordo. Pero claro, seguíamos en tierras del monstruo de tres cabezas y la única vista que tendríamos del pueblo y su fiordo sería desde el propio pueblo.

Serían las 19 horas cuando llegamos a este bonito pueblo, residencia de artistas bohemios en busca de inspiración. Encajado entre montañas y a orillas del fiordo este pequeño pueblo pesquero con sus casas de madera de colores tiene un potencial espectacular. Sin embargo, nos encontramos solos en el pueblo dando una vuelta por sus calles. Apenas nos cruzamos con gente. Tan solo una pequeña recta con 3
bares/restaurantes parecía tener algo de movimiento. Y así nos fuimos de los fiordos del este, sin haber visto los fiordos del este.

 

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El norte de Islandia

Resumen Diario 1

Para que el día no fuera sólo conducir por la N1 (también llamada Ring Road, que es la carretera que da la vuelta a la isla), decidimos alargar la ruta 78km. desviándonos en la península de de Vatnsnes, con la intención de avistar focas, ya que el día anterior nos quedamos con las ganas de verlas más cerca.
Focas no vimos ni una, pero si algo nos impactó de la carretera 711, además de su belleza paisajística, fue que una vez pasado el pueblo que hay a la entrada de la península no nos cruzamos un solo coche hasta volver a la Ring Road. También es cierto que de los tres sitios a los que se supone que teníamos que ir a ver las focas, a dos no pudimos acceder, porque las carreteras estaban cerradas en invierno. Los lugares aparecen en google maps como: Illugastadir seal watching y Hvitserkur, del tercer lugar os doy las coordenadas de la intersección donde nosotros no pudimos girar: 65°40’24.8″N 20°41’29.1″W. Si lo poneis así en google maps os marca el sitio también.

Grettislaug no solo era una poza sino también un camping,

En la ruta que habíamos planificado la idea era desviarnos de a Ring Road e ir por la península de Trollaskagi (carreteras 76 y 82) con paisajes más bonitos al ir por la costa. Además, queríamos probar la piscina de Hofsos que dicen que es la mejor de Islandia,

La primera parada fue la granja de Glaumbaer, hoy en día es un museo que relata la vida rural de los granjeros de los siglos XVIII y XIX, conservan también los antiguos utensilios y mobiliario de la época. Tenía muchas ganas de ver de cerca estas casitas con techo de cesped .

Godafoss

yendo a la doble catarata de Godafoss, paramos primero en el lado oeste, que fue la primera indicación que vimos, y nos acercamos, sufriendo mucho, lo más que pudimos, el sendero era una pista de patinaje y al viento se le sumo el agua de la catarata, con lo cual nos pusimos chorreando, así que ni hablar de sacar la cámara.

Desde allí montamos en la furgo y solo hay que cruzar un puente, girar en la gasolinera y conducir hasta un parking para emprender el camino que te lleva hasta las vistas del lado este. Las vistas desde aquí son magníficas, a pesar de estar mas lejos, la perspectiva es maravillosa.

Myvatn.

Al llegar vimos un par de carteles de prohibido pernoctar con caravana y decidimos pagar un camping antes que arriesgarnos a una multa, fuimos al Hlid Hostel, que costaba 1600 coronas por persona,

La idea era aprovechar ese sol magnífico e ir ver una puesta de sol a Dimmuborgir.

No sabíamos por donde empezar porque había tantas cosas que ver en los alrededores de Myvatn que estábamos indecisos, acabamos yendo al área geotermal de Hveir, hacía frío y nos atraía más la idea de pisar tierra calentita.

Hay senderos marcados por los que caminar, es peligroso salirse y «meter la pata» en un agujero de lodo hirviendo. El paisaje es hipnótico, entre eso y la olor del azufre parece que estás otro mundo.  Lo que más nos gustó fueron las fumarolas

Se le ocurrió tocar las piedras para comprobar la temperatura y comprobó que estaba ardiendo. Riendo

También impresionan las solfataras, que son pozos de barro hirviendo

Desde ahí nos fuimos a la cueva de Grjótagjá, donde Jon Snow y la salvaje Ygritte hacen el amor en juego de tronos. No nos salio ninguna foto aceptable pero seguro que todos habéis visto la serie y os acordareis del sitio.
La idea era bañarnos, a pesar de que está prohibido, pero estaban rodando un video musical y fueron tan amables de salir para que pudiéramos disfrutar de la cueva, que no era plan de bañarnos.
Es un lugar precioso, no os lo perdáis.

Muy cerca está otra cueva, Storogjia. Os dejo las coordenadas del parking, en el que apenas cabrán tres o cuatro coches:
65°38’23.4″N 16°54’34.5″W
Luego solo hay que caminar recto, veréis una brecha en la tierra, seguirla hasta llegar a unas escaleras. Para mí lo de menos fue la cueva no pensaba bañarme porque había leido en internet de que esta contaminada por la bacteria E. coli, quizá no sea cierto pero no íbamos a arriesgarnos, aunque seguramente sea mentira, porque había una cuerda para bajar a la cueva y ningún cartel de peligro. El paseo en sí por el cañón es muy bonito, os lo recomiendo.

nos decidimos por el crater Viti. La empinada carretera hasta el cráter estaba cortada, así que tuvimos que subir la cuesta andando, fue durillo pero sólo el primer tramo, una vez arriba era todo llano. La mayoría de la gente llegó hasta el mirador y se volvió, sólo nosotros y un chino al que íbamos siguiendo continuamos hasta el cráter.

Resultó que el lago estaba helado, así que no pudimos ver ese azul maravilloso que sale en todas las postales, pero igualmente era un espectáculo estar al borde de semejante cráter.

Dettifoss

partimos rumbo a la catarata de Dettifoss, nuestra idea era subir por la carretera 862 (sabíamos que la 864 estaba cortada en invierno) hasta el cañon de Ásbyrgi y de ahí ir hasta Husavik a pasar la noche.

Husavik

La carretera 85 es de quitar el hipo, así que, aunque era un poco tarde, pasamos de largo Husavik, donde teníamos pensado pasar la noche, y seguimos hasta el cañón de Aysbirgi. De camino paramos en algún mirador, pero toda la carretera en sí es un gran mirador.

Llegamos a Aysbirgi cuando faltaba poco para el atardecer, hicimos el camino que va por dentro del cañón, el cual tiene forma de herradura y la leyenda cuenta que es la huella del caballo de Odin.

Resumen Diario 2

Norte / Mývatn
Cascada de Dettifoss, asbyrgi,( Hafragilsfoss, Hljódarklettar), Húsavík (avistamiento de ballenas), Jardbödin ( Mývatn Nature Baths) y lago Mývatn. Noche Mývatn.
Empezamos el día en dettifoss

Y después rumbo al cañón de asbyrgi, a estas alturas estas carreteras no asustaban salvo por si te salían animales

Después nos dirigimos a husavik a montarnos en un barco a ver ballenas 75 euros las 3 horas, caro como todo pero creo que si merece la pena si te gusta la naturaleza y los animales

Y después rumbo al lago Mývatn. Y para terminar el día a Mývatn Nature Baths, sus termas que son parecidas al blue lagoon pero más baratas unos 30 euros persona, es una gozada ir viendo cómo va bajando la temperatura y se hace de “no noche” mientras estas en agua calentita, en esta foto serian ya las 22

Mývatn
Volcán viti, Namafjall, cueva de Grjótagjá, laberinto de Dimmuborir, Lofthellir, cráteres Skutustadir, cascada Goðafoss. Akureyri dormir en hofsos

Resumen Diario 3

CASCADA DETTIFOSS – CAÑÓN ASBYRGI – ZONA GEOTÉRMICA DE KRAFLA Y HVERIR – LAGO MYVATN – DIMMUBORGIR – STORAGJA Y GRJOTAGJA – SKUTUSTADIR FARMHOLIDAYS

Dettifoss.

Nuestro primer punto del día era la catarata más imponente de Islandia en cuanto a su caudal de agua y la fuerza de sus 44 metros de caída. La primera parte del camino por la N1 discurría por largas rectas y con la vista de numerosas montañas y cráteres lejanos a los que poco a poco nos acercábamos. Las verdes montañas y sus innumerables caídas de agua del sur y este del país daban paso a largas y yermas extensiones de roca volcánica, asemejándose a llanuras marcianas.

Las señales de civilización se distanciaban decenas y decenas de kilómetros entre sí. Nos cruzamos con pocos coches en esta zona más deshabitada de la isla. Tan solo los bonitos caballos islandeses y las ovejas seguían haciéndonos pensar que estábamos en la tierra.

Tras 140 kilómetros por aquellas tierras tomamos el desvío de la carretera de grava 864 que nos conduciría a Dettifoss y más adelante al cañón Asbyrgi. La pista no era demasiado bacheada aunque había que llevar cuidado con algún agujero y con las piedras que soltaban otros coches. En cosa de media hora llegamos al parking de la cascada.

Ya desde que bajas del coche, el estruendo y la cortina de agua pulverizada que se siente, hace intuir las dimensiones que debe tener Dettifoss. Un pequeño sendero te acerca al abismo. La sensación de estar frente a aquella masa de agua cayendo es abrumadora. Habíamos estado en Niagara y sin duda aquella era mucho más grande. Sin embargo aquí estabas frente a ella, sin vayas, sin protecciones, sin apenas gente. Era la precaución la que te decía hasta dónde llegar. Esto es lo que más me gusto de Islandia. Naturaleza salvaje en estado puro y, nosotros, dentro de ella.

Estuvimos cerca de una hora tirando fotos.

Cañón de Asbyrgi.

Continuamos por la carretera de grava 864 y en poco más de media hora nos encontramos con el cañón de Asbyrgi. Un lugar con infinidad de rutas que realizar dependiendo del tiempo que tengáis. En la entrada al cañón hay un punto de información y atención al viajero. Nosotros lo pasamos de largo y fuimos directos a las entrañas de aquella basta extensión boscosa encajada entre paredes de roca. Ásbyrgi es una maravilla de la naturaleza, un inmenso cañón en forma de herradura con acantilados enfrentados de hasta 100 m de altura. Es un gigante es 3,5 km de largo y más de 1 km de ancho.

Cuenta la leyenda que el gigantesco caballo de Odin, Sleipnir, puso aquí su pezuña
dejando este bello cañón como marca de sus poderosas patas. Que fantásticos son estos islandeses.
Aparcamos el coche casi al final de aquella herradura en un pequeño parking donde salían distintas rutas a pie. Primero nos dirigimos a Botnstjörn, un pequeño estanque, rodeado de exuberante vegetación donde nos detuvimos a ver algo tan sencillo como unos patos jugando. Desde allí se veía gente casi en lo alto del cañón donde debía de haber grandes vistas a toda la extensión, así es que allí que fuimos. En el punto donde finaliza la extensión se encontraba en un alto, una pequeña plataforma natural donde pudimos fotografiar casi todo el cañón. Se trataba de una formación rocosa conocida como Eyjan (la isla) que se eleva desde el centro de Ásbyrgi, hasta 250 m de ancho.

Con esto dimos por concluida la visita al cañón, aunque insisto en que hay numerosos senderos por donde perderse entre la vegetación de sus zonas boscosas, que parecen trasladarte a un lugar tropical.
Cogimos en esta ocasión la carretera 862 con la intención de parar en el otro extremo de Dettifoss y ver la cascada Selfoss que se encuentra a escasos metros. En un principio la carretera parecía igual que la 864, con grava y algo bacheada pero fácil de transitar. Pero eso fue solo un espejismo. Unos pocos kilómetros más adelante la carretera se estrecha hasta el punto de solo haber sitio para un coche y con enormes baches y rocas en el camino que no permitían pasar de 30/40 km/h. Y esta tortura hasta justo el desvío de las cascadas, donde la carretera ya era asfaltada hasta la N1. Finalmente decidimos seguir hacia la zona del lago Myvatn donde nos esperaban numerosas atracciones que visitar.

Zona volcánica de Krafla: Solfataras y cráter Leirhnjúkur. Cráter Krafla y Viti y sus lagunas.

Una vez en la N1 y poco después de 20 km llegamos a la zona geotérmica de los alrededores del lago Myvatn. Primero nos dirigimos hacia la zona del volcán Krafla y las sulfuraras que se encuentran junto al cráter llamado Leirhnjúkur.

Krafla es un volcán de fisura que da nombre a toda la zona que se encuentra sobre una enorme caldera magmática todavía activa. Desde 1724, los por entonces colonos de Islandia, fueron testigos de la gran erupción que sumió toda la zona de enormes campos de lava que dio nombre a la zona (Myvatnseldar o Fuegos de Myvatn) y que con mayor o menor regularidad se han sucedido hasta finales del siglo pasado.
Evidentemente, según nos acercamos, lo primero que se ve es la planta de energía geotérmica que el gobierno islandés ha construido aquí para aprovechar la fuerza y energía que fluye bajo estas tierras. Aunque lo primero que se siente es el olor a huevo podrido que inunda la zona debido al azufre que contiene estas tierras.

Dejamos el coche en el parking antes de llegar al cono volcánico del cráter Krafla dónde iríamos después y nos dirigimos por un sendero de lamas de madera hacia el cráter Leirhnjúkur y las Solfataras. Habíamos leído que esta zona era algo peligrosa ya que se considera activa y recomendaban no salir de los senderos ya que el terreno podía estar hirviendo y ser inestable. Según nos acercábamos nos dimos cuenta. No se me iba a ocurrir pisar en esas calderas de lodo y agua hirviendo. Un paisaje totalmente marciano entre coladas de lava, tierras de diferentes colores burbujeantes y numerosos cráteres, muchos de ellos con un pasado muy reciente, y es que aquella zona activa dio muestras de su fuerza estallando en diferentes etapas de mediados del siglo pasado hasta hace no mucho. El sendero continúa por el cráter Leirhnjúkur humeante entre las rocas negras y la lava solidificada. Un recorrido verdaderamente alucinante casi en solitario una vez más.

Volvimos al coche para desplazarnos poco menos de 1 kilómetro que nos separaba del parking situado a los pies del cono volcánico del cráter Krafla que da nombre a la zona y la laguna de su interior Viti. Este cráter tiene su origen en la primera erupción de 1724 y aunque puede parecer una pequeña montaña, forma parte de un sistema de grietas constituyendo de norte a sur un cráter de fisura que se prolonga sobre una caldera ígnea, que en cualquier momento puede estallar provocando grietas y deformaciones de terreno por las que fluirían extensas y violentas coladas de lava.

El diámetro del cono del cráter tiene 320 metros y se recorre por un sendero que le da la vuelta. Allá que nos fuimos a disfrutar de las vistas de toda la zona geotermal y el azul lago de la caldera.
De vuelta a la N1 para seguir disfrutando de los alrededores del lago Myvatn, encontramos una cosa muy curiosa y graciosa. En el margen de la carretera aparecía una ducha de la que salía un chorro de agua. Por supuesto, el chorro salía muy caliente. Una forma muy visual de enseñar cómo se aprovechan de la fuerza y energía de la tierra en Islandia, donde el agua caliente llega a las casas sin necesidad de utilizar energía para calentarla.

Zona geotérmica Hverir.

Llegamos en 10 minutos al parking y la intensidad del olor a huevo podrido se intensificó. Numerosas fumarolas de gases emanaban con fuerza del suelo aireando ese nauseabundo olor al ambiente. La fuerza con la que salía era espectacular. El terreno estaba salpicado, además, de pozas de lodo y agua hirviendo, todo en un tono amarillento, indicativo de áreas sulfurosas. Paseamos por la zona con la boca abierta (y la nariz tapada) haciendo fotos como chinos a cada una de estas maravillas. En
frente se encontraba la montaña Namafjal desde donde habría unas vistas privilegiadas de la zona, pero que decidimos no subir para continuar nuestro camino.

Los manantiales Stóragjá y Grjótagja.

Lo bueno de esta zona es que hay multitud de lugares interesantes en escasos kilómetros, lo que facilita hacerte una idea de la parte volcánica de la isla en un intenso día. En poco más de 5 minutos llegamos a nuestro siguiente destino. Stóragjá y Grjótagja están cerca de la zona de Hverir. De hecho, un camino une esta zona con los manantiales a través de Namanfjal para ir andando. Son dos fallas que formaron cuevas con manantiales de agua hirviendo a las que se puede acceder por unas escaleras naturales de rocas con mucho cuidado.

Según dejamos el coche en el parking nos percatamos de la compañía que íbamos a tener hasta que nos alejáramos de las proximidades del lago Myvatn: las moscas. Myvatn significa moscas. En algunos momentos llegaba a ser agobiante tenerlas por todas partes.

Nos metimos en la primera grieta casi para esquivar a las moscas. Una pequeña cavidad con un lago de un preciso azul se nos apareció. Bajamos al borde del agua para tocarlo y efectivamente estaba muyyyy caliente. Habíamos leído que hay gente que se baña en estos manantiales, pero últimamente las temperaturas han subido llegando a los 70 °C-50 °C, por lo que deben probar antes el agua por si hierve. No era el caso. Yo creo que se podía bañar uno allí. En los carteles de fuera ponía que estaba prohibido y que aquello era una zona privada perteneciente a una granja cercana. Cuando fuimos a la otra cavidad, cuál es nuestra sorpresa, cuando vimos a dos mujeres bañándose como dios las trajo al mundo. Nosotros seguimos bajando para ver esa otra grieta y su lago, pero las mujeres no estaban muy conformes con la presencia de unos guiris y empezaron a gritarnos que eso era propiedad privada, que si estaban desnudas, que si patatín….así es que tras una breve discusión decidimos dejarlas allí con su papo arrugado en remojo en aquellas aguas calentitas.

Dimmuborgir

ras el pequeño incidente en las cuevas nos dirigimos en pocos minutos a Dimmuborgir, castillos oscuros o castillos negros, por la carretera que bordea el lago. Este lugar es un gran campo de lava, laberinto natural de raras y misteriosas formaciones, y su creación no lo es menos. Threngslaborgir es un volcán de fisura, Ludentarborgir es una hilera de cráteres de esta fisura. Cuando hace más de 2000 años erupcionaron, la lava que expulsaron avanzó sobre lava antigua del Hverfjall (cráter que recorreríamos mañana) acumulándose en la cuenca de Dimmuborgir formando un lago de lava cuya superficie se iba enfriando mientras el resto permanecía aún líquido y caliente. Este lugar está lleno de pilares de lava que son debidos a la acción del vapor que escapaba a través de la lava fundida y la enfriaba al atravesarla y en los que hay marcas que iba dejando la corteza solidificada de la superficie conforme iba descendiendo el nivel de este lago ardiente, aparte de cubrirlos con escorias. Cuando el lago de lava se vació rápidamente fue dejando estructuras huecas y formaciones con tubos de lava de anteriores erupciones.

Hay tres senderos, de menor a mayor longitud. El que llega al círculo de la iglesia es la ruta Kirkjan de 2,25 km. Los senderos se encuentran muy bien indicados y existen delimitaciones para no invadir espacios peligrosos o no estropear algún portal delicado. Nosotros dimos una vuelta por este sendero sin llegar a su fin. Pero suficiente para ver lo caprichosa que es la naturaleza dando aquellas formas a la lava al enfriarse. Precioso lugar que recorrimos absolutamente en solitario.

Cuando volvimos a la carretera que bordeaba el lago estaba atardeciendo sobre el lago Myvatn y aprovechamos un mirador sobre la península Hofdi, donde existe un pequeño bosque de abedules y abetos que finaliza en su extremo en unos pináculos de lava que se adentran en el agua.
Con esta bella imagen dimos por concluido el día, después de escupir alguna mosca de la boca. Quizá uno de los más intensos en cuanto a la gran cantidad de lugares que visitamos.

Cascada Godafoss.

En cada uno de nuestros días teníamos señaladas en el camino al menos una gran cascada. Islandia está repleta de grandes caídas de agua para los amantes de este fenómeno de la naturaleza como nosotros. Es más, aún se siguen descubriendo nuevas caídas de agua impresionantes en las zonas altas del centro del país, que por su inaccesibilidad no se habían descubierto hasta ahora.

Y hoy tocaba una de las grandes. Godafoss no es solo una de las más espectaculares por su amplitud (30 metros separados por una formación rocosa que la divide en dos) o por su potente caudal que en solo 12 metros de caída rompe con gran fuerza levantando una gran nube de agua. Godafoss es quizá una de las cascadas con más historia de esta isla, y es que fue aquí donde, allá por el año 1000, se oficializó la cristianización de Islandia, lanzando al fondo de la cascada los iconos paganos que hasta ese momento se erigían como dioses de los islandeses. De ahí el nombre de «Cascada de los Dioses».
Aparcamos el coche en el segundo aparcamiento. Antes hay otro parking con gasolinera, tienda de suvenires, cafetería. Se puede acceder por los dos márgenes del río. Nosotros fuimos por el derecho ya que te acercabas más al borde de la caída tras

un sencillo sendero. Y como nos gusta el riesgo pues al borde que fuimos. Aunque no estaba saturada, ni mucho menos, había un par de autobuses de excursiones. Se notaba que es un punto turístico fuerte en la zona norte de la isla. Estuvimos un buen rato disfrutando del lugar y haciendo fotos. Después retomamos camino hacia la siguiente cascada, la desconocida Aldeyjarfoss.

Avistamiento de ballenas

En bote 160 euros, en barco 90. En Husavik es mar abierto. En Akureyri es en el fiordo.

Resumen Diario 5

Akureyri heladería

El jardín botánico:
Brynja, la famosa heladería. No tienen muchos sabores diferentes pero lo bueno es que están hechos de crema en lugar de leche, y tengo que decir que yo no soy mucho de helados pero éstos estaban increíblemente buenos!!!!!

Es una ciudad en la que te quedarías varios días con mucho gusto, la verdad…pero nuestro siguiente destino nos esperaba…la cascada de los Dioses: Godafoss!!!
Tuvimos suerte porque nos encontramos con personas que la habían visto con niebla y evidentemente pierde mucho encanto, pero nosotros pudimos disfrutarla en todo su esplendor. Aunque no es la más espectacular, tiene una belleza especial que no sabría explicar…tengo que decir que cuando llegué, me sentí un poco decepcionada. Pero ese sentimiento se fue evadiendo a medida que la iba mirando una y otra vez…es de esas cascadas que igual no te sorprenden tanto de entrada pero que saben enamorarte con el paso del tiempo. Aunque como todo, es una opinión personal, evidentemente.
Una de las cosas que más me gustaron es que puedes cruzar al otro lado y observarla desde otra perspectiva. El color del río y las pequeñas cascadas que hay más abajo hicieran que me encantara todo el conjunto más que la cascada en si…
Tras un buen rato mirando y admirando Godafoss, nos dirigimos a Húsavik a realizar la excursión de avistamiento de ballenas. El puerto de esta ciudad (si se le puede llamar ciudad) es una monería, y tiene un restaurante justo delante de donde salen los barcos que se llama Gamli Baukur y al que nos habían recomendado comer. Después de la excursión pensábamos comer por todo lo alto y probar una de las especialidades del país: el pescado

Existen varias opciones para el avistamiento de ballenas, y nosotros nos decantamos por la empresa North Sailing (por horario era la que nos iba mejor, ya que tenían salida a las 15h y no tendríamos que esperar tanto). Esta es de nuevo una opinión muy personal y quizá fue mi culpa por ponerme unas expectativas muy altas, pero la verdad es que me decepcionó un poco…soy consciente que es cosa mía y que ya es un lujo si consigues ver alguna ballena, pero por 75€ que pagamos, la verdad es que me aburrí un poco. Es la naturaleza y no se puede predecir, eso está claro y no lo cambiaría por nada, pero si lo llego a saber, hubiera pagado un poco más y hubiera cogido las lanchas rápidas que ofrecían los de Gentle Giants. Lo digo porque las ballenas jorobadas no nadan en grupo en esta bahía porque no vienen a reproducirse, vienen a comer. Entonces vas con un barco a motor pero que es lento, y cuando ves una ballena a lo lejos, una vez consigues llegar ésta ha vuelto a las profundidades y tienes que esperar 10-15 minutos para que vuelva a la superfície a respirar, por lo que puede salir de nuevo más lejos y te pasas 4 horas persiguiendo una ballena que apenas consigues ver.

Vimos a lo lejos dos barcos que tenían un par de ballenas que no paraban de saltar, eso es realmente raro y pienso que tuvieron muchísima suerte. Yo tampoco me quejo, pues al irnos aún tuvimos suerte de acercarnos a una y pudimos verla realmente bien. Pero lo dicho, de las 4-5h que dura la excursión, son 5 minutos de emoción, el resto navegando persiguiendo a alguna ballena. Por eso digo que para «tirar» 75€, mejor pagar 100€ y poder ir en una lancha rápida para que cuando veas una ballena, en 2 minutos puedas estar allí.

Eso si, la guía muy maja y a la vuelta nos dieron chocolate caliente y un bollo de canela, que supongo que debe entrar de lujo en días muy frío (por suerte no fue nuestro caso). Y tengo que decir que navegar por esa bahía es una preciosa experiencia Sonriente

Pero vuelvo a repetir que es una experiencia personal y no me gustaría condicionar a alguien, igual mi culpa ha sido de pensar que vería 20 ballenas saltando y podría hasta tocarlas ajajajaja mi novio por ejemplo quedó encantado Guiño

 

 

 

Y como lo prometido es deuda, al llegar nos dimos todo un homenaje para cenar. Yo pedí la pesca del día y no quedé nada decepcionada…estaba increíble!!!!! Y con vinito blanco de nuestra tierra incluido jejejeje

Ciao Húsavik!!!

Después de este intenso día nos dirigimos a Asbyrgi y dormimos en el camping que hay en la entrada al cañón que discurre desde Asbyrgi hasta Dettifoss. El camping no estaba mal pero fue una de las noches más frías que recuerdo Confundido

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Península de Snaefellsnes

Resumen de diario 1:

Mapa.

Poza Landbrotatlaug. Si vais desde Rejkiavik pasaréis una granja llamada Skjals, en el siguiente desvío a la izquierda os metéis, en el desvío hay este cartel, solo que claro, se lee en dirección contraria, pero si veis que os habéis pasado y dais la vuelta os servirá de referencia.

Arrancamos rumbo a Ytri Tunga Beach. La razón para ir allí era ver focas.

La siguiente parada era la iglesia de Budhir que data de 1703, aunque se destruyó y reconstruyó en 1848, de sus primeros tiempos conserva la campana de 1762 y un retablo de 1750.

Gatklettur, que es una formación rocosa muy chula que parece un arco.

Llegamos a Hellnar, aparcamos de cara al viento como nos habían repetido hasta la saciedad en la oficina de alquiler, y nos hicimos la comida frente a la cueva de Badstofa, que era bastante espectacular, con el viento y el oleaje. En el parking hay algunos carteles informativos acerca de las aves que buscan refugio aqui.

Intentamos la caminata hasta Arnastapi que sale del mismo parking, es de 1 hora o así,  llega hasta Gatklettur.

Resumen Diario 2

Snæfellsnes
Fuentes calientes de Deildartunguhver, Cascadas de Hraunfossar y Barnafoss, Reykholt, Cascada de Glymur,

Resumen Diario 3

No paramos en el pueblo de Hellissandur pero si pasamos por la gran antena que hay a las afueras esta población. El ejército americano construyó esta antena de comunicaciones, la más grande de Europa durante la guerra fría. Nada más y nada menos que 412 metros que desafían a las leyes de gravedad. Cuando la ves desde lejos no parece tan impresionante, pero cuando estás frente a ella te das cuenta que no parecía tan alta porque estaba escondida en las nubes. Me recordó al árbol mágico por donde SonGoku ascendía en busca de sus habichuelas mágicas. Cuanta imaginación. Grandes cables de acero la fijan al suelo para que el fuerte viento que suele azotar esta zona la mantenga en pie. Después de la retirada definitiva del ejército americano de aquí en los años 90, siguió utilizándose, pero en esta ocasión, por la radiotelevisión islandesa.

Nuestra siguiente parada sería el cráter Saxholl. Este pequeño cono volcánico de 106 metros de altura perdura desde una erupción de hace más de 3000 años. Se asciende fácilmente ya que han instalado unos escalones en la ladera del cráter. Las vistas desde arriba hacia el mar y el campo de lava que nos rodeaba eran interesantes pero, hacia el interior, frente a nosotros, estaba el espectacular volcán que inspiró a Julio Verne con su pico helado por el glaciar. O por lo menos ahí debía estar porque verse no se veía más que nubes y más nubes. Creo que nos íbamos a quedar con las ganas.

Continuamos hacia la playa Djupalonssadur y los acantilados de Dritvik. Desde el parking salían dos senderos, uno que bajaba a la negra arena de la playa y otro que bordeaba el acantilado. Preferimos tomar este último y ver las preciosas formaciones que crea la lava cuando entra en contacto con el mar. Nos quedamos un buen rato sentados en el acantilado disfrutando de la panorámica que nos ofrecía el mar. Por desgracia hacia el interior, más de lo mismo: nubes sobre el volcán.

Nuestra siguiente parada sería el pueblo de Hellnar para realizar el treking sobre la Costa que lleva a la población vecina de Arnastapi. A medio camino se encontraba una cueva de lava como la que habíamos visitado el día anterior descubierta hace pocos años. Sin embargo, esta si esta explotada turísticamente. Para entrar en ella debes contratar la excursión que por unos 50 € los dos hubiésemos visto lo mismo que el día anterior pero mejor preparados, más seguros y acompañados. No tenía color. ¿Dónde queda aquí la aventura?

Llegamos a Hellnar para hacer nuestro treking. Decidimos hacer un tramo de la ruta y volver al parking. Estábamos cansados y hacer parte de la ruta para admirar los acantilados nos pareció suficiente. Las vistas eran preciosas, pero es verdad que no diferían en mucho de las vistas en Dritvik un rato antes. Toda la línea de Costa estaba salpicada por esculturas de lava petrificadas por donde volaban diferentes especies de aves marinas. El sendero era sencillo, incluso el primer tramo con lamas de madera. Estuvimos algo menos de una hora entre ida y vuelta parando de vez en cuando a admirar el paisaje.
Cuando volvimos comimos en unos bancos junto al parking, y después, nos tomamos un buen café en un restaurante donde un par de españolas servían el menú del día a un grupo de jubilados que venían de excursión. Curioso como colonizamos el planeta los españoles.

Habíamos recorrido la península en todo su diámetro bordeando el mar y con el volcán en medio. Nos costó seguir el camino hacia la capital sin poder disfrutar de cerca de Snaelfellsjokull. Todo no podía a ser.
Reikiavik.

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Camping en Islandia

¿Dónde puedo acampar?

Campervan: tripcamper.is

 

Campings en Islandia:

Mapa oficial de campings: http://tjalda.is/en/map/

https://es.camping.info/islandia/campings

http://www.camping.is/Shortcuts/Campingsites/

Hay alrededor de unos 125 campings registrados, entre los cuales destacan los siguientes por estar muy bien acondicionados: Husafell, Isafjördur, Laugarvatn, Myvatn, Akureyri, Eglisstadir, Jokulsargljufur, Reykiavík, Skaftafell, Thingvellire y Varmahlid (están abiertos de junio a mediados de septiembre). También se puede acampar en los Parques Nacionales e incluso en algunas fincas, con el permiso del dueño.

Camping card – Mapa de campings asociados: http://www.campingcard.is/

Mapa de campings en la zona norte:

https://www.northiceland.is/en/where-to-stay/camping#bigMapTop

 

Opiniones de Campings

Los mejores campings en los que estuvimos fueron el de Reykjavik, Husavik y Akureiry. El de Landmannalaugar esta bien tambien, lo unico que de dia hay muchisima gente que va a pasar el dia y parecen las ramblas de Barcelona. El de Hella tambien lo vimos bastante bien aunque con muchisima gente.

 

Carreteras

Mapa de carreteras de Islandia

 

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